El club de las 5 de la mañana (repost)
Así se llama un libro de Robin Sharma, mismo autor de “El monje que vendió su ferrari”. No os voy a recomendar el libro, porque no lo he leído (el del ferrari tampoco). Pero sí que he visto muchas veces la recomendación de levantarse una hora más temprano por las mañanas para tener más tiempo para ti.
No tengo nada en contra de esta recomendación. Me parece genial que haya gente dispuesta a levantarse un poco más temprano cada mañana para leer, hacer algún hábito, comerse una rana (ya hablaré de esto más adelante), o incluso adelantar ciertas cosas del trabajo antes de que empiecen las reuniones, los cafés, el atasco, entre otras cosas.
El problema de esta recomendación es la gente que intenta seguirla, pero que siempre le ha costado levantarse temprano. Por un lado, porque muchas veces quienes recomiendan esto se les olvida la parte de: “también tienes que acostarte más temprano la noche anterior”. Y por otro lado, porque hay gente que en las mañanas no rinde. Y punto. No metamos a todo el mundo en el mismo paquete.
Me gusta más la forma de pensar de Daniel Pink y sus cronotipos. No todos somos capaces de ser súper productivos a las cinco de la mañana. O a las nueve, o a las diez de la noche. Hay personas que lo son mucho más por la noche. Así que la recomendación de levantarse a las cinco de la mañana les hará infelices, porque lo intentarán, lo lograrán unos días y luego no podrán más y se sentirán unos fracasados.
Así que mejor estudia tu tiempo. Ve anotando las horas que sientas que eres más productivo y las que no. Así podrás saber cuándo poner tareas más complicadas y cuándo las más mecánicas.
Hasta mañana.
PD: estoy pensando en cerrar los correos con alguna frase catchy. ¿Sugerencias?