Tercera (y última) semana lenta
Los que llevan ya un tiempo suscritos a Productibits (que son casi todos aquí, ya que los últimos meses no ha crecido mucho) sabrán que antes era una newsletter de lunes a viernes. Y los que más llevan recordarán que los viernes les daba tarea con una sección titulada “Pasar a la acción”.
Escribir a una lista de correos de lunes a viernes tomaba su tiempo, aproximadamente media hora cada día. Sin embargo, no fue eso lo que me llevó a tomar la decisión de cambiar al formato actual semanal.
Lo hice porque me di cuenta que estaba escribiendo muchos artículos sin contenido. En ellos solo introducía el tema y me guardaba la información real para el día siguiente. A veces hacía esto durante dos o tres días seguidos. Para mí tenía sentido porque me daba margen para escribir a diario, pero me parece que estaba haciendo que mis lectores perdieran su tiempo. Y en una newsletter de productividad, eso no queda bien.
No es casualidad que cuando tomé esta decisión estaba leyendo Slow Productivity. Decidí que era mejor “hacer menos cosas” cada día y no dedicar esa media hora a Productibits. Que tenía que “trabajar a un ritmo natural”, no obligarme a escribir todos los días. Y por último, que tenía que “obsesionarme con la calidad” para que mis lectores no perdieran su tiempo.
Hablemos entonces del tercer principio:
Obsesiónate con la calidad
Cal Newport comenta en su libro que este principio es “el pegamento que sostiene todo”. Y es que si lo piensas bien, si decides obsesionarte con la calidad de tu trabajo es muy probable que vayas más lento en consecuencia.
En mi caso, decidí aumentar la calidad de mis artículos y eso hacía inviable seguir escribiendo cada día. Tendría que dedicar más tiempo a ello y, como por ahora no vivo de esto, no lo puedo hacer a diario.
Lo otro que conlleva el hecho de darle más prioridad a la calidad, es que el proceso se hace más enriquecedor. Quizás tu trabajo no te apasiona, pero todos sabemos que hacer algo bien se siente genial, independientemente de lo mal que lo hayas pasado en el durante.
Otra de las ventajas que tiene hacer un buen trabajo es que la gente lo nota. Te llegan los comentarios, te conviertes en esa persona que “lo hace bien”. Con lo cual, te puede dar ventaja a la hora de conseguir mejores ofertas, promocionar o hacer más de lo que quieres. “Ya has visto lo bueno que soy con esto, así que déjame seguir con ello”.
Por último, sobre este mismo tema, Cal da recomendaciones de cómo mejorar en algo:
Práctica deliberada
Mejorar tu gusto
La primera se resume en hacer las cosas. ¿Cómo ser mejor en algo? Haciéndolo mucho. Pero la práctica deliberada se enfoca principalmente en lo difícil. Si eres un experto cobrando penaltis, pero eres mediocre en los tiros libres, no dejes de practicar los primeros, pero enfócate en los segundos.
Los músicos profesionales no están siempre practicando la misma canción que ya se saben, dedican también mucho tiempo a canciones nuevas o difíciles. O incluso solo a partes complicadas de las mismas.
La segunda habla de alcanzar un buen gusto. Si quieres ser buen violinista, tienes que seguir al mejor violinista. Si quieres escribir buenos blogs de productividad, tienes que suscribirte a Productibits Cal Newport. Creo que se entiende.
Y con esto, hemos acabado esta pequeña serie de Slow Productivity. Mi idea inicial era escribir un solo artículo, pero han salido tres con buen contenido, no como antes.
Ya sabes que puedes dejar tus comentarios:
Y que estoy dando el vídeo de Cal Newport de media hora donde explica todo esto mejor, así como un PDF con enlace a sus mejores artículos del tema. Pero tienes que referir al menos a una persona.
Nos vemos la semana que viene.