Back to Basics: Getting Things Done
Introducción
La semana pasada anuncié que cambiaría el formato a un correo semanal. También hablé un poco del libro Slow Productivity de Cal Newport. Esta semana inauguro una nueva sección que llamaré: “Back to Basics”.
Cada vez que envíe un correo con este título, retomaré un tema sobre el cual ya he escrito en la newsletter cuando se publicaba de lunes a viernes, pero profundizando un poco más.
Abordaré principalmente los temas que considero básicos en el mundo de la productividad. ¿A qué me refiero con básicos? A aquellos perfectos para quienes, sin experiencia previa, desean iniciar su camino en este campo.
Hoy hablaré de lo que considero la mejor metodología de productividad para quienes están comenzando, especialmente para aquellos que aún gestionan todas sus tareas en su mente o que las hacen “según vayan viniendo”.
Getting Things Done
Esta metodología se llama: “Getting Things Done”, también conocida por sus siglas: GTD.
GTD fue creada por David Allen y presentada en su libro homónimo. En español, el libro se titula “Organízate con Eficacia”.
Mi historia con GTD
Adquirí el libro durante mi etapa universitaria, cuando me di cuenta de que no sabía cómo estudiar. Fue entonces cuando descubrí esta metodología en internet y me cautivó.
Pasé de una simple lista de tareas en mi móvil a varias listas según los contextos en los que me encontraba, mejorando así la gestión de proyectos a largo plazo.
Con el tiempo, me di cuenta de que GTD está diseñada principalmente para trabajadores (incluso mánagers), pero es aplicable a cualquiera. Sin embargo, para los estudiantes es algo diferente. Fue entonces cuando descubrí GTDCS (GTD for College Students), ideada por alguien a quien menciono frecuentemente en esta newsletter: Cal Newport (la primera vez que leí algo de él).
Dejaré el tema de GTDCS para otra ocasión. Por ahora, profundicemos un poco más en GTD.
Objetivo de GTD
David Allen resume su filosofía en una simple frase: “La mente es para tener ideas, no para guardarlas”. Eso define a GTD. Es un sistema cuyo propósito es liberarte de la carga mental de recordar todo lo que debes hacer, evitando que estas obligaciones ronden tu cabeza y generen estrés.
La premisa es que todo lo que pasa por tu mente debe integrarse a tu sistema. Si estás estresado por algo que tienes que hacer, significa que no confías plenamente en tu sistema (o quizá deberías empezar a hacerlo en lugar de preocuparte).
¿Cómo se logra esto?
GTD se divide en varias fases:
Capturar
Clarificar
Organizar
Hacer
Revisar
Cada una de estas fases tiene su propio proceso. Creo que dedicaré un artículo a cada una de ellas. Así, ya tengo cinco temas “Back to Basics” para futuras publicaciones.
Conclusión
Personalmente, no considero que GTD sea la solución perfecta para todo. Sin embargo, si te encuentras en un punto de tu vida donde sientes desorganización o incluso siendo una persona organizada crees que puedes mejorar y nunca has explorado estas técnicas, GTD puede ser de gran ayuda.
Por ahora, te dejo con algunas referencias sobre GTD y nos veremos la próxima semana.