Cómo crear nuevos hábitos
Ayer hablamos del ciclo del hábito y cómo influye en nuestros comportamientos recurrentes actuales (por no decir hábito otra vez, que queda redundante). Pero esto es una newsletter de productividad, no de neurociencia ni psicología, así que veamos cómo podemos usar esto para crear nuevos.
Como comentamos en el post de ayer, hay cuatro partes: señal, antojo, respuesta y recompensa. Y para crear un hábito nuevo, necesitaremos las cuatro de ellas.
Señal
La mejor forma de crear un hábito, es adjuntarlo a uno que ya tengamos. No lo digo yo, lo dice James Clear, que es el autor del libro Hábitos Atómicos. Y para hacer esto, el truco es escribir tu nuevo hábito en un formato de condicional: SI (o CUANDO) ocurre esto, ENTONCES haré esto.
Así estamos aprovechando la señal. Por ejemplo:
CUANDO me cepille los dientes antes de dormir, ENTONCES me echaré la crema hidratante en la cara que siempre se me está olvidando.
SI me llega una notificación en el móvil y estoy trabajando, ENTONCES pongo una pequeña nota en mi cuaderno para revisarlo cuando termine lo que estoy haciendo.
Antojo
Muchas referencias que he visto por internet se saltan este paso a la hora de crear hábitos. Pero a la hora de estudiar los actuales, este es uno de los más importantes. Sin antojo (o anhelo), no hay respuesta. Lo que pasa es que es muy difícil antojarte de algo que aún no es un hábito para ti, entonces hay dos trucos: uno de ellos es crear una buena recompensa, y el otro es lo que hablé el lunes: el porqué del hábito.
Si creamos un buen porqué, eso será la motivación necesaria para accionar la respuesta. Por ejemplo:
Quiero echarme crema hidratante en la cara antes de dormir porque quiero ser una persona que tenga una cara sana e hidratada.
Quiero revisar las notificaciones del móvil de manera asíncrona, porque quiero dejar de ser dependiente del móvil y quitarme esa ansiedad que genera tener una notificación sin leer.
Respuesta
Es el hábito como tal. Lo que quieres hacer cuando llegue la señal que estás esperando. Aquí no hay mucho más que explicar
Recompensa
A veces no solo de motivación vive el ser humano. Así que viene bien ponerte una recompensa después de hacer tu hábito. Por ejemplo:
Después de echarme la crema en la cara, me haré un té de los que me gustan antes de dormir.
Cuando termine lo que estoy haciendo, voy a revisar mi móvil sin remordimiento.
Muy importante tener las cuatro fases del hábito en cuenta a la hora de que decidas crearlo. ¿Es este método infalible? No. Quizás no te sirve. O quizás tu motivación o recompensa no son lo suficientemente fuertes. O se te olvida cada vez que la señal ocurra (puedes usar recordatorios). Pero lo puedes intentar con algún hábito que te esté costando desde hace mucho tiempo, no pierdes nada.
Y otra recomendación: empieza pequeño. No pretendas de un día para otro dedicar una hora al día a tu hábito. Empieza por dos minutos.
Mañana haremos la lista de pasos para llevar todo esto a cabo.